antes de comenzar
una terapia psicológica?
y podremos
resolver esas dudas
El psicoanálisis, también llamado terapia psicológica, psicoterapia, terapia psicológica, ayuda psicológica, es un método de cura para los problemas personales, emocionales, amorosos, económicos, familiares, síntomas, traumas, fobias, miedos, inseguridades y/o crisis de ansiedad. A continuación, quiero contestar más a fondo ésto. Pero sobre todo, la manera en que concibo éste trabajo.
Cuando alguien llega a la puerta del consultorio para ser atendido, muy seguramente ya ha intentado de todo para resolver su situación. Quizás que en anteriores ocasiones de su vida sí pudo resolverlo con su propia voluntad. Otras situaciones fueron victoriosas y no trajeron secuelas. Pero hay ocasiones donde a las personas, sencillamente se les rompe algo en su vida. Y ya no saben cómo lidiar con eso:
En pocas palabras… algo en la vida que ya no anda.
Entonces un primer paradigma que muchos atraviesan es preguntarse ¿porqué a pesar de todos los esfuerzos y ganas de querer cambiar, hay algo que insiste y no se resuelve?
Puede que uno sí se de cuenta. O al revés, que se desconozca el porqué ocurre o porqué la situación está como está. Entonces es oportuno preguntarse si acaso no es un tema más profundo y personal el que no cede ante un cambio. A esto, le podemos llamar lo inconsciente que habita en nosotros.
Comencé a dedicarme al psicoanálisis al darme cuenta que estos grandes problemas y quiebres en la vida, tienen en la mayoría de las ocasiones un trasfondo que son la clave para resolver el nudo. Hay nudos que no se resuelven tirando más fuerte, sino que hay que recorrer un poco más atrás del hilo (o incluso en lo que parece ser «más adelante» del nudo) para destensar otras regiones. Teniendo un efecto inesperado donde el nudo que parecía imposible de resolver, se afloja… y otras veces, el nudo se deshace.
¿Alguna vez se ha preguntado cuándo comenzó su situación que le trajo aquí? En muchas ocasiones he escuchado a gente que llega al consultorio pensando que sus ataques de ansiedad y crisis son algo de su cerebro. Que con unas pastillas o con una técnica mágica de respiración se van a resolver. Mucha gente a tomado esas opciones para luego descubrir que sus crisis (y la ansiedad) retornan… y retornan inclusive más fuertes. Quizás es que nunca se han dado la oportunidad de escucharse. Por ejemplo, poner atención verdaderamente desde cuándo comenzó el primer episodio de ansiedad o de crisis. Entonces resulta que en el origen de la ansiedad, al mismo tiempo ocurría una serie de situaciones atroces en la vida, comenzando a revelarse la verdadera crisis de ansiedad. Revelando que la ansiedad es parte de la manifestación de esas otras historias o sucesos.
Lamentablemente la gente confunde el psicoanálisis con un ejercicio de autobiografía donde «todo se trata del pasado«. Pero a quienes creen eso, les diría que están mal informados o han tenido malas experiencias con otros analistas. Comenzar un análisis implica poder ir más allá de lo que la angustia dice. De lo que el miedo, la vergüenza, los nervios nos dejan ver, decir, escuchar y hacer. Quien atraviesa una experiencia de análisis, vivirá momentos fuertes que tienen efectos potentes. Un día alguien se puede dar cuenta que sus relaciones amorosas han sido muy parecidas a la historia de su familia. Y recorrer los pasajes familiares, permitiría salir de ese laberinto de repeticiones. Así como alguien puede dar cuenta que todas esas cosas que no hacía y tenía ganas de realizar, eran consecuencia de todas las heridas que no le permitían sentirse autorizado para realizar lo que deseaba en realidad. De ésto se trata un análisis. Pero también de muchas otras experiencias.
Usted que ha llegado hasta aquí, le quiero preguntar algo. ¿Qué quiere? ¿Qué está buscando? ¿Con qué de su vida no se siente agusto? ¿Desea realmente iniciar una experiencia transformadora de su vida?
El espacio de escucha que ofrezco es distinto porque no busca irse por las ramas y perder nuestro tiempo. Hay condiciones importantes a seguir, así como instrucciones que ayudan a que la sesión camine. Lo principal de éste espacio es no dar lugar a la censura. Esa que es fuente de tantos autoengaños. ¿Porqué? Porque muchos de nuestros malestares tienen que ver con verdades no dichas y no afrontadas. Guardamos en nuestros pensamientos las ideas más vergonzosas, los sentimientos más hirientes, las fantasías más culposas y los traumas más reprimidos, con tal de no experimentar la angustia de revivirlos. Por eso el espacio que ofrezco, no busca juzgar a nadie. Las sesiones son espacios para tratar con temas delicados e importantes; no para criticar. El material más importante para trabajar en beneficio de una transformación, recae en el ejercicio de no censurarse a hablar. Inclusive de aquello que es penoso, vergonzoso o en apariencia sin sentido. Sólo así pueden aparecer las claves de cada intervención importante para su vida. Todas esas cosas que no se explica porqué persisten y le desagradan (y le hicieron buscar éste espacio) encuentran sus piezas faltantes al desplegar todo ese material. Material que nunca antes había sido dicho, ni comprendido lo suficiente. Material que no se masticó antes; mucho menos se le supo dar un mejor lugar o acción. Material que está guardando una oportunidad inédita para reestructurarse y suturarse. Luego entonces viene la labor más interesante de éste proceso. ¿Qué podrá hacer usted con estas verdades, soluciones, cambios de paradigmas, reparos afectivos, alivios y todos estos deseos disponibles para echar luz en su vida?
Si tiene más dudas de cómo podríamos iniciar, le pido que me contacte. Toda duda que tenga, al igual que toda consideración especial de su caso que necesite plantear, tenga la confianza de decírmelo. Estaré muy dispuesto a leerlo, escucharlo y contestarle.
Atentamente,
es tu oportunidad de experimentar cómo el psicoanálisis puede iluminar caminos que no ves.
La psicoterapia es un proceso en el que un profesional de la salud mental (psicólogo o psicoanalista) trabaja con una persona o grupo para abordar problemas emocionales, conductuales o cognitivos. A través del diálogo y técnicas específicas, se busca entender las causas del malestar, modificar patrones negativos y promover el bienestar psicológico. El psicoanálisis se adapta las necesidades de cada individuo.
En las sesiones, el terapeuta crea un espacio seguro y confidencial donde la persona puede explorar sus pensamientos, emociones y experiencias sin temor a ser criticados, regañados o juzgados. Mediante preguntas, reflexiones y ejercicios prácticos, se identifican creencias limitantes, traumas o conflictos inconscientes que afectan la vida diaria. El objetivo no es solo aliviar síntomas, sino también dotar de herramientas para enfrentar desafíos futuros con mayor efectividad.
La psicoterapia es efectiva para tratar ansiedad, depresión, estrés postraumático o duelos no resueltos y muchos otros problemas emocionales. Por ejemplo, ayuda a gestionar ataques de pánico o a procesar pérdidas mediante la expresión emocional guiada. También es útil para mejorar la baja autoestima, superar la culpa o manejar emociones como la ira o la tristeza de mejor forma.
Muchas personas acuden a terapia psicológica por dificultades en sus relaciones: conflictos familiares, problemas de pareja o aislamiento social. La psicoterapia enseña habilidades comunicativas, asertividad y empatía, facilitando vínculos más sanos. Además, aborda patrones repetitivos (como dependencia emocional o evitación) que generan insatisfacción en los demás. Al aliviar los sentimientos nocivos que las personas han ido acumulando, también es que las relaciones van mejorando en la medida que se está disponible para experimentar otro tipo de afectos más positivos.
Más allá de solucionar crisis puntuales, la psicoterapia promueve crecimiento personal. Ayuda a conocerse mejor, definir metas vitales y desarrollar estrategias de afrontamiento. Estudios demuestran que reduce recaídas en problemas emocionales, mejora la regulación emocional e incrementa la calidad de vida. Incluso cambios físicos, como menor tensión muscular o mejor sueño, son comunes tras el proceso.
Contrario a mitos, la terapia no es solo para “problemas graves” ni para la “gente loca”. Cualquier persona puede beneficiarse, ya sea para manejar el estrés laboral, transiciones vitales (como separaciones o cambios de carrera) o simplemente para autodescubrimiento. Es una inversión en salud y bienestar comparable al ejercicio físico: previene, cura y fortalece. El primer paso, reconocer que se necesita ayuda, es ya un acto de valentía y autocuidado.
El costo de las sesiones puede variar entre un rango de $500 MXN a $1,000 MXN (o 25 USD a 50 USD). Cada situación es diferente. Primero te escuchamos y después ajustamos el costo de las sesiones. Si consideras necesario aclarar este tema desde antes, lo podemos realizar a través de Whatsapp o llamada telefónica.
La gente en ocasiones suele llamarle de manera indistinta a su terapeuta: Psicólogo, Psicoanalista, Analista, Doctor, Psicoterapeuta, o Terapeuta. No hay equivocación al elegir cualquiera de ellos, siempre y cuando tú te sientas cómodo con el trabajo que estás realizando con ese especialista. Existen diferencias técnicas y teóricas entre un psicólogo y un psicoanalista. Pero no son un requisito saberlas para elegir. Sin embargo, vale la pena conocer que en lo que más se diferencía un psicoanalista es que trabaja con lo inconsciente, con el valor de los vínculos afectivos (incluyendo el propio) y que lo que le ocurre a las personas en su vida, va mucho más allá de su voluntad, de su conocimiento o de su poder. De manera que el trabajo es mucho más completo y sensato. Otro factor muy importante es que el psicoanalista no etiqueta a las personas con diagnósticos de enfermedad. De manera que el trato que se recibe por parte del analista, es un trato respetuoso y humano. No trata a la gente de locas o enfermas ni trastornadas. Sencillamente se abre a la posibilidad de escuchar la singularidad de cada persona.
El psicoanálisis no es eterno, ni tampoco lento. Con la terapia psicoanalítica se puede avanzar tanto como uno quiera. Lo más importante es mantener la mejor continuidad posible. Existe un efecto multiplicador a lo largo de las sesiones, de modo tal que en psicoanálisis no vamos contra reloj, vemos cada sesión como una inversión de tiempo para mejorar tu vida.
El psicoanálisis puede ser tan potente como la gente lo desea. En ocasiones, eso mismo hace que la gente se sorprenda o se asuste. Pero la realidad es que el psicoanálisis siempre está haciendo efecto, aunque no nos percatamos de ello sino hasta después. Entonces, es común que la gente ya no se conforma con sólo unos cuantos resultados superficiales (como el problema de origen los trajo), sino que después van encontrando en el psicoanálisis, una mejor herramienta para el resto de su vida. El psicoanálisis sigue produciendo efectos incluso después de la última sesión.
Sí es mejor un psicoanálisis que una psicoterapia, puesto que la mayoría de las ocasiones la psicoterapia está muy delimitada a unos pocos objetivos. En cambio el psicoanálisis siempre busca producir efectos en toda la vida. Por eso sí es mejor un psicoanálisis. Pero también cabe aclarar que mucha gente, le llama de manera indistinta psicoterapia al psicoanálisis. Eso no es ningún inconveniente. Inclusive, muchas ocasiones no necesita saber la diferencia entre psicoanálisis y psicoterapia, para saber que aquí es donde más resultados han encontrado.
Bastante. Lo suficiente para transformar toda una vida. No sólo atiende de manera superficial los problemas como la ansiedad, depresión o los problemas afectivos y de relaciones. Sino que va profundizando en todos los ámbitos de la vida al punto donde la persona no sólo logra sentirse mejor, sino que verdaderamente se puede sentir pleno y satisfecho con lo que es y con su vida misma.
La primera sesión de psicoterapia o psicoanálisis, sirve principalmente para escuchar los motivos que te llevaron a buscar este espacio. No hay mejor manera de conocer cómo funciona el psicoanálisis, que poniéndolo en acción al momento de escuchar tu historia. Por eso desde la primera sesión te estarás dando una idea de cómo funciona, puesto que lo más importante es que al salir del primer encuentro, te sentirás escuchado como nunca antes. La primera sesión no será desaprovechada en formularios, ni papeleo, o acuerdos que sólo merman tus necesidades.
Una terapia, o un proceso terapéutico, comienza desde el momento en que aquella crisis te puso frente a la posibilidad de cambiar tu vida. Esa grieta, ese momento de quiebre, forma parte del momento decisivo por el cuál estás emprendiendo una nueva etapa en tu vida. Lo cuál puede desembocar de manera muy productiva en un psicoanálisis. Porque entonces el poder de tu decisión, se conjugará con el método psicoanalítico que es capaz de hacer que se remuevan los impedimentos de ese deseo que está empezando a surgir de tí.
Desde el momento en que decidiste marcar o escribir un mensaje, ya se está produciendo un efecto. Porque desde ese punto de partida, tú ya estás comenzando a darte la oportunidad de interrogante y cuestionarte una serie de cosas que habían sido verdades absolutas en tí. Desde ese momento, se están produciendo entonces las rendijas por donde un nuevo deseo va a emerger. Ese nuevo deseo traerá cambios en tí, en tu ambiente y en tu futuro.
El psicoanálisis atiende los problemas emocionales, la ansiedad, la depresión, el estrés, los problemas de pareja y familiares, las desmotivaciones, inhibiciones, fobias, miedos, inseguridades, la baja autoestima y muchos otros problemas que la gente suele llamar problemas psicológicos. El psicoanálisis es altamente efectivo para todos estos síntomas, trastornos y problemas, porque no busca curar a diestra y siniestra. Sino que va acomodando y reorganizando la vida. De manera que llegue de golpe todo ese cambio que tanto estabas deseando, de igual manera que la arena se acomoda mejor cuando agitamos un poco el recipiente. De a poco, el caos, tiene una corporalidad. De pronto, en la vida cabe más vida.
La terapia psicoanalítica, o psicoanálisis, tiene la puerta abierta para cualquier persona. No es selectiva ni restrictiva, ni tampoco se contrapone con nada. Porque la esencia del psicoanálisis es cuidar la vida. Por lo tanto, cualquier persona que deseé cuidar mejor de sí mismo y su vida, el psicoanálisis será un espacio seguro para producir esa transformación. El psicoanálisis no es un método genérico ni superficial. Es un proceso a la medida. Eso quiere decir que se adecúa a cada persona, cada historia y cada situación.
El costo es de $800 MXN por sesión. ¿Pospones terapia por el costo? Ofrezco opciones accesibles porque tu bienestar no debería esperar. Podemos acordar un costo diferente. Escríbeme un mensaje de whatsapp para contarme más acerca de tí y tu situación. Podremos llegar a un acuerdo.
¿La terapia es cara? Más caro es seguir repitiendo los mismos errores. El psicoanálisis no es un gasto, es una inversión en la única cosa que realmente posees: tu vida. Ofrezco la posibilidad de llegar a un costo accesible. Si eres estudiante, madre soltera o un trabajador independiente, tengo algunos espacios disponibles de atención por un costo de $400 MXN.
Los síntomas de ansiedad o depresión pueden ir desapareciendo desde la primera sesión de terapia.
Identifica patrones que se han estado repitiendo y consigue salir de ellos.
Aprende a establecer límites saludables y manejar conflictos.
Supera de raíz traumas y episodios del pasado que te marcaron la vida.
Cambia los patrones de tu historia en las relaciones, ya sean de amistad, de pareja, familiares o laborales. Comienza a experimentar mejores y nuevas formas de relacionarse.
Pensamientos obsesivos y recurrentes comienzan a dejar de aparecer.
Ganancia de confianza y respeto. Se empiezan a encontrar los motivos fuertes para valorarse.
Aprende a construir un camino de autocuidado, dejando atrás conductas de riesgo y autodestrucción.
Dejar el temor por lo que te hace vibrar y sentir pasión. Quitar los impedimentos e imposiciones que no te han hecho decidir en beneficio tuyo.
¿Buscas terapia psicológica pero el tiempo, la distancia o el transporte son un obstáculo? La terapia en línea rompe esas barreras, ofreciéndote la misma calidad que una sesión presencial, sin salir de casa.
✅ Sin desplazamientos: Olvídate del tráfico, problemas con el transporte o llegar tarde.
✅ Accesible desde cualquier lugar: Encuentra al psicólogo ideal, sin limitarte por ubicación.
¿Vives en una zona con pocos psicólogos? ¿O prefieres trabajar con un especialista que conociste en redes? La terapia online lo hace posible.
✅ Flexibilidad horaria: Ajustamos las sesiones a tu ritmo de vida.
✅ Misma efectividad: Estudios demuestran que la terapia online es igual de efectiva que la presencial para tratar ansiedad, depresión y otros desafíos emocionales.
✅ Alterna modalidades: ¿Prefieres algunas sesiones en línea y otras presenciales? ¡Es posible! Lo importante es no interrumpir tu proceso.
✅ Comodidad y privacidad: Terapia desde tu espacio seguro, sin salir de casa.
✅ Continuidad garantizada: Viajes, lluvia o imprevistos ya no interrumpirán tu proceso.
La terapia online es ideal si:
El psicoanálisis presencial ofrece un espacio íntimo y libre de distracciones, diseñado para que explores tus emociones, conflictos y deseos más profundos. En mi consultorio en Colonia Del Valle (CDMX), encontrarás:
✅ Un ambiente seguro y confidencial – Ideal para hablar sin inhibiciones.
✅ Encuentros cara a cara – La conexión humana potencia el proceso terapéutico.
✅ Sin interrupciones tecnológicas – Nada de cortes de señal o problemas de audio.
✅ Romper la rutina – Salir de tu rutina y llegar al consultorio marca un antes y después en tu semana, ayudando a internalizar los “veintes que te cayeron”.
✅ Flexibilidad – ¿Viajas o tienes un imprevisto? Podemos alternar con sesiones online sin perder continuidad.
✅ Ubicación accesible – A unos pasos del Jardín del Arte, con transporte público y estacionamientos cercanos.
El consultorio sigue siendo, para muchos, el espacio privilegiado del trabajo analítico. ¿Por qué? Porque ofrece algo que ninguna pantalla puede replicar: la presencia física como vehículo de transformación.
Este espacio cuidadosamente preparado, cada elemento y situación forma parte de tu proceso:
Es cierto: la tecnología nos ha dado alternativas valiosas para momentos de imposibilidad. Pero hay una magia irreductible en la presencia compartida, en esos instantes donde una mirada, un gesto o el simple acto de cruzar el umbral del consultorio pueden desencadenar insights profundos.
Comprendemos que la vida impone sus propias demandas. Por ello, cuando las circunstancias lo requieren – ya sea por viajes, imprevistos o momentos particulares de la vida – el marco puede adaptarse, alternando sesiones presenciales con encuentros virtuales sin perder la esencia del trabajo analítico.
Esa primera sesión, aparentemente modesta, contiene en sí el germen de una transformación profunda. Como el primer dominó que cae en una compleja cadena, inicia un proceso multiplicativo donde cada encuentro va desencadenando insights y movimientos internos y externos. Lo que comienza como una simple conversación se convierte, con el tiempo, en una fuerza poderosa capaz de derribar las barreras psicológicas más arraigadas de tu historia.
El psicoanálisis tiene un fin. A través del método psicoanalítico, esos motivos que te trajeron al consultorio se convierten en la puerta de entrada a territorios más significativos de tu vida. Cada sesión construye sobre la anterior, tejiendo una red de entendimiento que gradualmente reorganiza tu experiencia subjetiva.
El psicoanálisis tiene un ritmo y una dirección claros. Esta es la esencia del método: una transformación genuina que emerge no por imposición, sino a través de la cuidadosa elaboración de tu propia verdad y tus deseos más honestos.